PASAPORTE, POR FAVOR (PARTE 1)

Quienes vivieron en Bogotá a finales de los años 80’s, tal vez recordarán el sonido de “Pasaporte”, una de las bandas más exitosas de ese momento, y tal vez la que muchos creyeron que podría tener mayor proyección internacional, en tanto que contaban con un sonido electrónico basado en los sintetizadores de Pablo Tedeschi, que si bien por momentos se oían algo desactualizados (parecían más del New wave de la primera mitad de esa década que de lo que se hacía en ese momento), tenían una frescura que ninguna otra banda nacional podía ofrecer.

Aparte de aquellos sintetizadores, “Pasaporte” también contaba con el valor agregado de la fuerte pero melodiosa voz de Elsa Riveros, músicos como Lila Jaramillo (teclados), Roberto Uricochea (bajo) y Sergio Solano (guitarras), y unas composiciones que iban acorde con el sonido pop de la banda, que era sencillo, sin mayores pretensiones, pero del mismo modo muy agradable.

Su momento en la cúspide se dio en 1988 de la mano de su primer disco “Pasaporte”, en el cual estaban incluidos sus mayores éxitos, como “Igor y Penélope”, “Castillos en el aire”, “Desertores” y “Maniquí”. Tuvieron un despliegue mediático inusitado para una banda bogotana (compartido con “Compañía ilimitada”) con participaciones en novelas como “LP: Loca pasión”, en programas musicales como “El show de Jimmy” y “Espectaculares JES”, y cómo no, en el siempre bien recordado “Concierto de Conciertos” del 17 de Septiembre de 1988, al lado de artistas de tan amplia trayectoria como Miguel Mateos, José Feliciano y Franco de Vita. Su parte más recordada en ese show fue cuando Elsa gritó emocionada por ver tanta gente “¡Del putas, Bogotá!”.

Dado el éxito de ese evento, de su figuración constante en conteos como “Los 11 súper éxitos”, y de varios shows en las distintas ciudades de Colombia, “Pasaporte” quería un perfil más alto, y por eso intentaría hacer un álbum que pudiese tener peso internacional, y que finalmente se hizo, pero…esa segunda parte de la historia se las contaremos “Un día X”.

Ricardo Paez.